No es solo cosa de gigantes
Muchos emprendedores y líderes de pequeñas y medianas empresas han conseguido potenciar su creatividad, cuidar más a sus clientes y hacerse las preguntas correctas para aumentar la eficiencia y eficacia de sus actividades. Cuando el dinero escasea, el miedo al fracaso es contagioso y se siente una inestabilidad general que trasciende la esfera profesional. La clave de todo reside en entender el contexto en el que vivimos, las necesidades específicas de los clientes, sus preferencias y gustos… hasta sus pain points y miedos. El proceso ha ayudado a estas empresas a dar respuesta a las emociones de sus clientes porque, al fin y al cabo, se trata de emociones, y esto es cierto tanto para las grandes empresas internacinales como para las micro.
Dada la naturaleza proactiva y flexible de las PYMES, muchas han apostado por incorporar estos procedimientos en la columna vertebral de su negocio. Las que aún no lo hayan hecho, deberán anotarlo en su Immediate Check List. Estas herramientas crean cultura de empresa y, con ello, actitudes que ayudarán a superar los retos a los que se enfrentan en el futuro más inmediato.
Además, inmersos en plena era de la “Economía de la Atención”, las PYMES deben comunicar mensajes relevantes que capten la atención e interés de su audiencia local e internacional. Para seguir creciendo, deben comunicar en un lenguaje que no conoce fronteras: el digital.
La tecnología es, además, un factor clave en la captación de talento y profesionales. Las PYMES deberán considerar candidatos con conocimiento en el mundo digital o deberán apostar por formación interna como parte de su cultura de empresa.